sábado, 3 de mayo de 2008

MUCHA TELA DE DONDE CORTAR


Por: José Luis Huergo



Pos le cuento, Don, que los ñores de la UNESCO nomás no saben que el 3 de Mayo se celebra el día de la Santa Cruz, magna fiesta que no deja espacio para ningún otro tipo de celebración, faltaba más, y se les va ocurriendo allá por el 93 declarar al sagradísimo 3 de Mayo Día Mundial de la Libertad de Prensa y, tal vez inspirados por los vapores del refino tan abundante en tal fecha, hablar de una prensa libre, pluralista e independiente, como componente esencial de toda sociedad democrática. Las guerras, guerrillas, hambrunas, abusos del poder, impunidad y demás plagas que azotan al planeta ponen en evidencia que a los de la UNESCO no les hacen caso ni sus ñoras, pero cuando se trata de instituir días festivos hasta yo que estoy más chavo la pego. Pero pos, ¿Qué vamos a celebrar? Ahí le va: El 15 de febrero de 2006, el gobierno federal creó la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos contra Periodistas. El 18 de abril, la Cámara de Diputados federal aprobó una reforma parcial del código penal, que ya venía avalada por el Senado, reconociendo la protección del secreto de las fuentes; y otra despenalizando los delitos de prensa. ¿Resultado? Nueve periodistas muertos y tres desaparecidos durante 2007, el peor balance del continente americano. Eso fue el año pasado, en lo que va del año, según Reporteros sin Fronteras la suma es de cinco muertos, cuatro atentados y un desaparecido. No, si la credencial de prensa no es antibalas, caramba. Dicen que fueron los narcos, no sabemos… Pero ¿Prensa libre, pluralista e independiente? Justo es decir que es en los propios medios donde se fomenta la libertad de prensa o donde se le vulnera. Depende más de los empresarios que del gobierno, que en términos generales, es respetuoso con esa libertad, pero en muchas ocasiones la deja expuesta a los poderes regionales, de tal suerte que un gobernador, un presidente municipal, un agente del Ministerio Público, pueden llevar a cabo acciones contra el periodista que les cae gordo. Por otro lado, no puede existir la libertad absoluta, no en un sistema de derecho y la Constitución es muy clara en sus artículos sexto y séptimo, que establecen severas limitantes: no hay libertad para atacar la moral, ni los derechos de terceros, provocar algún delito, alterar el orden público o inmiscuirse en la vida privada. Es, pues, un deber moral del periodista, fundamentar lo que escribe, contrastar fuentes, pensar con la sesera y no con las tripas y, sobre todo, anteponer el bien social sobre el bien personal. Eso en lo tocante a la Carta Magna, aunque los gobiernos del cambio han ido instrumentando maquiavélicos y fascistas instrumentos represivos, como la mentada Ley Federal de Radio y Televisión y otro montón de artimañas para ir amordazando poco a poco a los medios y dejando el manejo de información en manos de los grandes como Azcárraga y Salinas, grandes cuatachos de Felipe Calderón. La tierra del mole y el camote, por su parte, no se queda atrás y para muestra basta un botón, aunque yo veo puros ojales: Todos vimos en televisión nacional y en Internet la información sobre el narcoalcalde de Izúcar de Matamoros, Rubén Gil Campos, todos sabíamos que estaba en chirona allá en Estados Unidos, por andar paseando once kilos de cocaína, sin embargo, Comunicación Social del Gobierno del Estado insistía en afirmar que estaba internado en un hospital, que había viajado por motivos de salud, que era muy buena persona, bla, bla, bla, como si no existiera otro medio de información o como si todos los poblanos tuviéramos la obligación de creer sus mentiras a ojos cerrados, manque tuviéramos los pelos de la burra parda en la mano, quesque eran azules y de eso no los sacaba nadie. Ese es, lamentablemente, nomás un ejemplo del manejo que en Puebla se da a la información desde el gobierno, que Dios guarde la hora…¡Újule! ¡Se acabó el espacio! Nos vemos, pues…

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